Bizcocho de naranja y yogur

La última vez que hice un bizcocho fue desastroso. Lo que dentro del horno prometía ser una nubecita esponjosa de boniato (batata), terminó fuera por bajar y bajar hasta convertirse en una especie de masa, que bueno... de sabor no estaba lo que se dice mala pero desde luego a la vista era cuanto menos deprimente. Así que con un poco de resentimiento todavía por aquella experiencia, me decidí a probar con este bizcocho de yogur griego de Cocina mientras lo inventas. Aunque en nuestro caso de griego no tiene nada por motivos fundamentalmente prácticos, no teníamos en la nevera.

Afortunadamente, como se puede ver en la imagen, ¡ha salido esponjoso! y muy agradable de sabor. Para hacerlo hemos reducido un pelín la cantidad de aceite de la receta original y añadido un sobre de levadura en polvo. Salvo eso todo lo demás es idéntico. 

Ingredientes: 

• 3 huevos
• 300 gr. de harina
• 150 gr. de azúcar
• 50 ml. de aceite
• 2 naranjas (para rallar su piel y el zumo de ambas)
• 2 yogures (en nuestro caso desnatados edulcorados)
• 1 sobre de levadura (tipo Royal)

Elaboración: 

Comenzamos por precalentar el horno a 170 º C. Limpiamos bien y rallamos y exprimimos las dos naranjas, así ya lo tendremos listo para añadir. Una vez las tengamos, reservamos y mezclamos en un bol el azúcar y los 3 huevos. Batimos bien hasta que dupliquen su volumen. 

Añadimos el aceite y los dos yogures y batimos de nuevo. Incorporamos el zumo de naranja junto con las ralladuras y mezclamos bien. ya no es necesario que sea con las varillas.

Mezclamos la levadura con la harina, tamizamos y lo vamos añadiendo a la masa, removiendo con una espátula bien para que se integre todo y no queden grumos. Engrasamos con aceite o mantequilla un molde (no será necesario si es de silicona) y vertemos la mezcla. *El papel vegetal de debajo del molde no es necesario, es de las galletas que hicimos justo antes.*

Lo metemos en el horno durante unos 45 minutos. Para comprobar que esté listo podemos pinchar con un palito de madera, pero nunca hay que abrir el horno antes de tiempo (como mínimo no antes de los primeros 30 minutos) o correremos el riesgo de que ocurra algo parecido a lo que me pasó con aquel bizcocho. Una vez hayan pasado esos tres cuartos de hora, abrimos parcialmente la puerta del horno y dejamos unos diez minutos que temple. Lo sacamos fuera y dejamos enfriar.

Si se quiere disimular la zona más oscurita o la grieta sobre la superficie siempre se puede espolvorear azúcar glass por encima. ¡Con un vaso de leche o té está muy bueno!