Baked Alaska 🇺🇸

Después de tantos platos salados seguidos ya iba siendo de hora de algún dulce, así que aprovechando que Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de julio nos invita a preparar BAKED ALASKA, aquí va este postre que consiste en un helado sobre una capa fina de bizcocho y recubierto de merengue, que le da esa apariencia helada. Aunque su historia varía según fuentes, parece que surgió durante el s. XIX en EE.UU. para la celebración de la adquisición de Alaska.

Además de por este nombre, también se conoce en Francia como Glace au four, literalmente 'hielo al horno'. Para el bizcocho (al microondas) nos basamos en la receta de M. Luz, muy fácil y sin horno. Para el relleno de helado cogimos proporciones del de moka de Gastronomía&Cía, aunque prescindimos del cacao en polvo. La receta ha venido genial  para estrenar (¡por fin!) el soplete de cocina.

Ingredientes (para 2 personas):

Para el bizcocho 

• 2 huevos
• 50 gr. de harina 
• 50 gr. de azúcar

Para el helado de café

• 300 ml. de crema inglesa
• 200 ml. de nata para montar
• 1 cucharada de café soluble
• 50 ml. de azúcar invertido

Para el merengue

• 4 claras de huevo pasteurizadas
• 3 cucharadas de azúcar glass

Elaboración:

Comenzaremos por preparar el helado el día anterior. Calentamos 100 ml. de nata al microondas y disolvemos el café en ella. En un bowl juntamos la crema inglesa junto con la nata restante, el azúcar invertido y añadimos la mezcla de nata y café. Removemos con unas varillas y guardamos en la nevera unas 2 horas.

Pasado ese tiempo sacamos la cubeta de la heladera, montamos y vertemos la mezcla.
Dejamos 20 minutos para que coja consistencia. Mientras, forramos un recipiente pequeño con papel film para dar la forma a la porción de helado que cubriremos con el merengue y guardamos en el congelador. Lo que sobre lo metemos en un tupper y al congelador también.

Para el bizcocho batimos los huevos junto al azúcar con varillas eléctricas hasta que dupliquen su tamaño. Tamizamos la harina y la incorporamos con movimientos envolventes hasta tener una mezcla homogénea. Vertemos a un molde de silicona y damos unos golpecitos suaves contra la encimera para quitar el exceso de aire. Metemos al microondas 2:30 minutos a potencia de 800W, dejamos otros 2 reposando y comprobamos. *Al nuestro le faltaba un pelín, lo pusimos 15 seg. más y estaba perfecto.* Dejamos enfriar y reservamos.

Como el trozo que necesitamos tendrá que tener la misma medida que el helado para hacer de base, con un cortapastas o vaso/copa en su defecto (del mismo diámetro al del recipiente donde tengamos el helado) y cortamos las porciones que queramos.

*Así como lo anterior podemos prepararlo con antelación, el merengue lo hicimos en el momento de montarlo y aunque lo ideal sería un merengue italiano (con almíbar, más consistente) preferimos el básico puesto que íbamos a comerlo justo después y no corríamos el riesgo de que bajase.*

Para el merengue, montamos las claras a punto de nieve y añadimos 3 cucharadas de azúcar glass.

Con todo preparado, los pasos para montarlo han sido:

1. Sobre un plato o base resistente al calor colocamos un círculo de bizcocho y encima el helado, apretando ligeramente para que se asiente y deje el mínimo espacio.

2. Cubrimos todo con el merengue, creando una capa de al menos 1 cm. y asegurándonos de que no quede ningún hueco. Podemos hacer decoraciones simples utilizando un tenedor.

3. Cuando está completamente cubierto usamos un soplete de gas para dorar la superficie del merengue. Lo pasamos a una distancia media con movimientos rápidos para que no se queme pero de manera que tome color por todos lados.

Se puede partir por la mitad en el momento de servir, ya que lo bueno es ver el corte.
Lo más recomendable es usar un cuchillo grande y afilado, con cuidado para rasgar el merengue lo menos posible, sobre todo por la parte superior.

No es nada complicado de hacer y queda muy bonito, ¡sobre todo si nunca lo habías visto antes!


* Se puede utilizar el helado que más nos guste: vainilla, fresa, nata, turrón...
También se puede modificar el bizcocho, haciendo uno de chocolate, por ejemplo.